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El «sharp power» se refiere al uso de la manipulación, la desinformación y la coerción por parte de estados autoritarios para socavar la integridad de las instituciones democráticas y la sociedad civil en otros países, usualmente sin recurrir a la fuerza militar directa. En lugar de intentar convencer a otros de los méritos de su sistema, como hace el poder blando, el poder agudo busca explotar las aperturas de las sociedades democráticas, como la libertad de prensa y la transparencia, para influir y manipular desde dentro.
Algunos ejemplos del «sharp power» son: Financiamiento de partidos políticos y medios de comunicación (Apoyo a grupos que promueven narrativas favorables al estado autoritario); Creación de think tanks y organizaciones fachada (Establecimiento de instituciones que parecen ser independientes pero que en realidad promueven la agenda del estado autoritario); Financiamiento de partidos políticos y medios de comunicación (Apoyo a grupos que promueven narrativas favorables al estado autoritario).
El Estado cubano ha sido muy eficaz en promover «sharp power», de maneras que han sido adaptadas y ejecutadas en el contexto venezolano. Por eso, para la lucha por la democracia y los derechos humanos en Venezuela, es importante conocer qué se ha hecho en Cuba para identificar sus resonancias en nuestro país. Gobierno y Análisis Político (GAPAC), en alianza con 4Metrica (Colombia) y Laboratorio de Paz (Venezuela), han preparado este libro en dónde varios autores analizan las estrategias sobre las academias, los movimientos sociales y las ONG que han permitido que Cuba sea la dictadura más longeva de la región.
Consulta y descarga el libro a continuación:
Laboratorio de Paz 