El día 17 de junio, en su programa, la Periodista Sebastiana Barraez hizo una denuncia y expresó de manera clara una preocupación recurrente para El Laboratorio de Paz. Cuando el sistema de protección deja de dar respuestas para la garantía de derechos y la dignidad humana, y es incapaz de cumplir con su mandato fundamental de protección, a ojos de sus beneficiarios se convierte en una burocracia de discursos y de listas que crecen de personas vulneradas, y recomendaciones incumplidas. Algo no está funcionando bien en la OACNUDH- Venezuela y se entiende, respeta y comparte cuando la periodista dice: ¡Ya Basta ¡
La presencia de la oficina del alto comisionado para los derechos humanos en Venezuela fue y ha sido un logró de la sociedad civil venezolana. Tras los terribles sucesos de 2014 y luego de 2017 y consiguientes, fue un clamor de las organizaciones de derechos humanos que se instalara una OACNUDH que pudiera dar acompañamiento in situ y cumplir con el mandato de protección para un número muy alarmante de víctimas. Por ello, celebramos de manera entusiasta su consolidación en 2019.
Si bien el devenir autoritario no es culpa de la OACNUDH en Venezuela, la poca eficacia, y el debilitamiento de su más importante ámbito “La Protección y acompañamiento a víctimas y defensores” sí lo es. La Oficina en Venezuela es incapaz de brindar protección o visibilidad al instante a personas o comunidades en riesgo; mediar en situaciones de riesgo con las autoridades; acompañar procesos legales; verificar in situ condiciones de las cárceles y condiciones de presos; salvaguardar la vida e integridad de las personas; emitir alertas preventivas y hacer protocolos para proteger la vida, integridad, libertad de las personas. Ni siquiera puede lograr que sus miembros obtengan las visas para entrar al país o hacer cumplir su propio memorando de entendimiento, que siempre ha estado lleno de opacidad. Es un fracaso que no exista una coordinación eficaz y solidaria con la Misión de investigación, determinación independiente de los hechos o la comisión Interamericana de derechos humanos. Ni siquiera se ha logrado la visita in situ de relatorías fundamentales en derechos humanos y libertades asociativas y democráticas; más allá de las convenidas para la promoción de la propaganda gubernamental.
El Laboratorio de Paz, agradece y se suma a las preocupaciones expresadas por la periodista Sebastiana Barráez quien es a su vez víctima de persecución por razones políticas, una mujer, periodista, migrante forzada por ejercer su legítimo derecho a la libertad de expresión e información.
Transcripción de la denuncia y peticiones de la Periodista Sebastiana Barraez.
7 de junio 2025
Minutos: 14 al 29.
“Ahora amigos vayamos al tema del alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. Durante el discurso inaugural del 79° periodo de secciones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el Alto Comisionado de los Derechos Humanos -que deben estar viendo en pantalla- Volker Turkr, manifestó otra vez, su preocupación por las detenciones arbitrarias en Venezuela. ¿Qué dijo?, ¿qué dijo el alto comisionado?, dijo: «Mi oficina está documentando un aumento de las detenciones arbitrarias y la intimidación de opositores políticos y trabajadores de medios de comunicación en Venezuela tras las elecciones del 2024.» agregó «Me preocupa seriamente la tortura y los malos tratos durante la detención, así como las violaciones al debido proceso.» Y anunció que presentará una actualización específica sobre la situación venezolana el próximo 27 de junio.
Ante esto, hay que decirle ¡Basta! a Volker Turk, hay que decirle: ¡Basta a al Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos! Hay que decirle ¡Basta a esa sinvergüenzura que tienen con la oficina ubicada en Caracas!
Se los voy a decir ¿Por qué?, ¿ustedes recuerdan la cacareada, el cacareado escándalo del alto comisionado cuando Nicolás Maduro los mandó a salir de Venezuela, los delegados que tenían ahí y los envió para fuera del país, y entonces pasó un tiempo y después volvieron otra vez. Se acallaron y volvieron otra vez tranquilos. Yo les pregunto ¿han notado alguna diferencia entre el momento en que esa comisión del alto comisionado Volker Turk regresó a Venezuela hasta ahora?, ¿saben cuál es la única diferencia?: Que el régimen venezolano ha cometido peores violaciones de derechos humanos, ha aumentado la cantidad de personas encarceladas en Venezuela. Tiene las cárceles llenas de dirigentes políticos, se enseñoreó y peor aún, han convertido a los que ejercen violación de derechos humanos torturas y abusos en unos paladines casi de la justicia.
El Ministerio Público, -con ese bufón a la cabeza- ha aumentado las imputaciones por delitos de terrorismo, de narcotráfico, algunas veces sin prueba alguna. A todos en Venezuela los amenazan con juicios de terrorismo, mientras el señor Volker Turk y esa comisión que está en Venezuela, no hace nada, no hacía nada antes y no hace nada después.
¿Saben cuándo fue que a Nicolás Maduro se le ocurrió sacarlos del país? Cuando levantaron un poquitito la voz, así, por el encarcelamiento de Rocío San Miguel. Por eso resulta que nada ha sucedido, nada. Y les voy a decir, además, con absoluto conocimiento de causa, la cantidad de víctimas en Venezuela que confiaron en él, en esta oficina del Alto Comisionado que han resultado defraudados, y si no es así, yo abro este espacio para que los de la oficina del alto comisionado desmientan lo que les estoy diciendo. Que muestren algo más que una listica de datos. Que digan ¿para qué ha servido la presencia de ellos en territorio venezolano?, ¿dónde está lo que han sustentado?
Mire y no es porque no hayan recibido las suficientes denuncias, sí lo han hecho. Me consta además porque muchísimas víctimas han ido a hablar, han declarado ante esta comisión y mientras tanto resulta que está comisión, desde hace mucho tiempo, se ha dedicado a los “cursitos” de derechos humanos, cursitos ¡Se les burlan en la cara chicos, y sí! y perdón que esté tan indignada pero es que no¡, no puede ser, o sea ¿hasta cuándo nos vamos a seguir calando estos discursos de burócratas en la Organización de las Naciones Unidas, mientras se sientan tranquilamente a tomar café con un régimen de una organización criminal internacional como la que hay en Venezuela? Un régimen abiertamente delincuente, cometiendo Crímenes de Lesa Humanidad, violentando los derechos de niños, de ancianos, de mujeres embarazadas, de adultos. ¡No respetan nada! y resulta que el alto comisionado, entonces va otra vez con un cuentico, para que aparezcan los titulares de los medios. Revisen para que vean, revisen para que vean, los medios ayer todos con el titular “el alto comisionado manifiesta preocupación”. Ajá y es casi una receta repetida. ¡Y ya basta!, ya basta de burlarse en la cara de las víctimas, ya basta alto comisionado de los derechos humanos de la ONU.
Volker Turk repite la misma historia de Michel Bachelet, aquella porque tenía relación, supuestamente eh¡, que porque supuestamente tenía relación con la izquierda o era una mujer de izquierda. Entonces, no que era que ¿por eso no hacía nada? Ajá¡, ¿y este? Aquella sabía perfectamente el español, este ni el español sabe, y resulta que la gente que tienen en Venezuela no responde, y voy a decir algo más, miren, porque yo soy muy respetuosa, muy respetuosa. Pero saben algo, a veces hay que decir las cosas sin mucho respeto.
Yo hablé en una oportunidad con la representante de esta oficina del Alto Comisionado de la ONU en Venezuela, Helene se llama ella. Vuelve a estar nuevamente en Venezuela, y usted sabe ¿qué? y se los puedo decir con muchísima responsabilidad. Usted sabe que fue impresionante, que yo hablé con esa señora, como, no sé cómo media hora, y le expliqué un caso de una víctima, y le dije y tal y le expliqué, y bueno, todo muy bien. Resulta que después que le he explicado todo ese caso, ella dijo que: como no, que iban a recibir muy bien, y que lo iban a chequear, y que, si las víctimas podían denunciar, y demás. Hablé, y hablé con la madre de la víctima, y ¿usted sabe cuál fue mi sorpresa? que ya ellos habían denunciado hacía ¡más de un año¡, y la oficina del alto comisionado ni siquiera se acordaba, porque para ellos es un caso más. Cuando la llamé a Helene para decirle: «Pero es que ese caso, ah sí ¡vamos a volver a reeditarlo!».
Sorprendentemente, voy a decirles de quién es ese caso. Es el caso de un colega periodista, del colega Ramón Centeno Navas, y cuando le dije a la madre de ese periodista que se presentará (en la OACNUDH-CCs) me dijo: «Es que nosotros ya fuimos hace más de un año.» Y declararon, y dijeron. Ósea, la oficina del alto comisionado había engavetado ese caso, como han engavetado todos los casos del país, y saben ¿qué es peor? que para ese momento, el periodista Ramón Centeno Navas, preso por hacer una entrevista, porque le hizo la entrevista a un narcodiputado, y sabe la burla fragrante de ese caso, es que Ramón Centeno, un simpatizante militante activo de la Revolución Bolivariana, lo detuvieron como una manera de castigarlo, porque se le ocurrió irle a hacer una entrevista a uno de estos narcodiputados de la Asamblea Nacional Constituyente, afectos al chavismo, y como este muchacho era chavista, pensó que se le hacía fácil ir a hacer la entrevista, y la hizo, la hizo delante de funcionarios militares en el comando antidrogas. Eso se lo expliqué a Helene ¿y saben por qué? Porque entre otras cosas, para ese momento ¡Ramón Centeno era el único periodista preso en Venezuela!, el único periodista preso en Venezuela, en estos momentos hay 17 periodistas presos en el país. Entonces, les puedo decir con absoluto conocimiento de causa, Ramón Centeno sigue preso, un muchacho tirado en una silla de ruedas. Porque de paso, un funcionario militar le causó, profundizó sus lesiones, las que él había sufrido en un accidente, poco antes de detenerlo.
Entonces, estamos en una situación donde este este señor, Volker Turk viene a decir que está preocupado. Osea, yo creo que ya basta de verdad, que sí, ya basta. Yo creo que aquí vamos a tener que organizar un grupo fuerte de víctimas, que vayan a presentarse ante la ONU, para reclamar en las puertas de la ONU. Porque esto no puede continuar. ¿Vamos a seguir alimentando el cuentico de que en Venezuela hay una comisión de derechos humanos del alto comisionado que no se ocupa de lo que está sucediendo? No me frieguen por favor, tengamos un poco de respeto por esas esa cantidad de víctimas que hay en el país. Por las que están encarceladas, por las que las que han muerto. Pregunten a la familia del general Baduel, le mataron a su papá chico en una en una cárcel, lo dejaron morir, que es una forma también de violentar los derechos humanos de una persona. Lo han hecho con una cantidad de personas antes y después de las elecciones el 28 de julio.
Yo les pregunto amigos y se los pregunto a las víctimas ¿alguno se ha sentido realmente respaldado por la oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU en Venezuela? Porque yo lo que he escuchado de las víctimas ha sido, que aquí hay que mantener las cosas tranquilitas, porque resulta que cada vez que, a Jorge Rodríguez, al bufón de la fiscalía Takek William Saab, a la hermana de Nicolás Maduro -que es la que manda en la en la defensoría pública-, y cada uno de estos funcionarios cuando quieren lavarse la cara, van y se toman una fotico en una reunión allí de derechos humanos, con funcionarios del régimen. No amigos, o sea de verdad que esto no puede ser.
Fíjense peor aún, resulta que otra vez el régimen venezolano se va a la ONU a denunciar presión política por parte de Estados Unidos. Porque ese es su comodín más, el que más les ha funcionado. El canciller Iván Gil exigió que se eliminara toda aplicación de sanciones en el mundo, diciendo que se violan gravemente y tienen un impacto negativo, entre otros ¿sabes qué dice él?, dice que entre otros: el pleno goce de los derechos humanos¡ Mire, no sean caraduras ¿qué tiene que ver las sanciones económicas? porque está bien, quéjense de las sanciones económicas si quieren, pero ¿qué tiene que ver eso con que ustedes vayan a violentar los derechos humanos de una persona?, a que les violen el debido proceso, que los golpeen, que los torturen, que cometan crímenes de lesa humanidad, que persigan a su familia, a niños pequeños, adolescentes, que encarcelen a mujeres embarazadas, o sea ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? Es lo que yo a veces tengo que decir con mucho énfasis, porque ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? Está bien el régimen venezolano cataloga de un impacto negativo las sanciones, ajá ¿y qué tiene que ver eso con que usted le saque la lengua a otra, o lo golpee, le violenten los derechos, lo tenga muriéndose de hambre, encapuche a sus familiares. ¿qué tiene que ver una cosa con la otra?, o ¿son actos de venganza contra la población civil desarmada e inocente?”
Laboratorio de Paz 