Organizaciones divulgan informe «Derribando estatuas: Desafiando al biopoder bolivariano»

Diferentes organizaciones venezolanas divulgaron un informe titulado «Derribando estatuas. Desafiando al biopoder bolivariano», publicado por Derechos Humanos de Venezuela en Movimiento. Este informe analiza las protestas populares que ocurrieron en Venezuela el 29 de julio de 2024, en respuesta al fraude electoral.

El informe utiliza el concepto de «biopoder» de Michel Foucault para explicar cómo el gobierno bolivariano ha intentado controlar la vida cotidiana de la población a través de diferentes mecanismos. Según Foucault, el biopoder se refiere a las estrategias que utiliza el poder para controlar a la población, no solo a través de la fuerza, sino también a través de la gestión de la vida misma. Esto incluye el control de la salud, la higiene, la sexualidad, la natalidad, la esperanza de vida, etc. El informe argumenta que el gobierno bolivariano ha utilizado una serie de «dispositivos biopolíticos» para controlar a la población, como la entrega de viviendas sociales, el control de alimentos a través de los CLAP y la entrega de bonos a través del «Carnet de la patria».

El informe describe cómo la gente se organizó de forma espontánea y descentralizada para protestar contra el fraude electoral, utilizando las redes sociales para compartir información y convocarse. Uno de los aspectos más llamativos de estas protestas fue el derribo de nueve estatuas de Hugo Chávez en diferentes ciudades del país. El informe argumenta que el derribo de las estatuas representa la ruptura política y emocional de los sectores populares con el imaginario bolivariano. Las estatuas, como símbolos de poder y control, se convirtieron en blancos de la indignación popular, especialmente aquellas ubicadas en zonas controladas por el oficialismo. El informe cita a la historiadora del arte Erin Thompson, quien explica que «una estatua es una apuesta por la inmortalidad… una forma de solidificar una idea y hacerla presente a otras personas». Al derribar las estatuas, la gente estaba rechazando la narrativa hegemónica impuesta por el gobierno.

El informe concluye que las protestas del 29 de julio fueron un punto de inflexión en la lucha contra el biopoder bolivariano en Venezuela. El hecho de que fueran los sectores populares, tradicionalmente considerados como la base de apoyo del chavismo, quienes protagonizaron estas protestas, demuestra la profunda crisis de legitimidad que atraviesa el gobierno. El informe hace un llamado a comprender y apoyar las luchas de los sectores populares por recuperar la democracia y los derechos humanos en Venezuela.

Publicado por rafaeluzcategui

Defensor de derechos humanos, periodista desde los movimientos sociales, amante de la música, la literatura y de las publicaciones subterráneas. Co-director del Laboratorio de Paz

Deja un comentario